El CIIAE nace con la vocación de convertirse en un centro de investigación de excelencia en almacenamiento de energía, pero al mismo tiempo tiene vocación de impulsar el sector en la región como fuente de desarrollo territorial. La definición de una oferta de servicios única y abierta a la industria será clave para la creación de un polo tecnológico e industrial a su alrededor.
Diferentes centros de investigación y tecnológicos y departamentos corporativos de I+D trabajan en el almacenamiento de energía, pero es necesario un plan de actuación y coordinación conjunta para ser más eficientes en el cumplimiento de la misión de hacer más manejables las fuentes de energía renovables.
La transición energética ha puesto a prueba el marco legal de la generación, el transporte y la distribución de energía, de manera que la especialización energética de un territorio encuentra, sobre todo, barreras regulatorias para que pueda repercutir en el desarrollo regional. Es necesario, por tanto, crear un cajón de arena para experimentar en un entorno controlado cómo afecta la tecnología al cambio regulatorio y cómo puede afectar a las empresas, los consumidores y los ciudadanos.
Las altas tasas de desempleo coexisten con nuevos perfiles profesionales a cubrir. Este desajuste entre la oferta y la demanda debe ser abordado por las autoridades encargadas de la formación para el empleo y la educación superior. El diálogo entre la industria, los centros de formación y las autoridades regionales debe ser fructífero en este ámbito.